¿Por qué la Señora Fanesca es la reina de la Semana Santa?
Dice mi abuelita que quien no come fanesca al inicio del año se pierde lo que necesita el cuerpo para el resto de los meses. Pero, más que la alimentación que contiene, este plato representativo de la cultura ecuatoriana, está ligado a una costumbre religiosa durante la cuaresma entre marzo y abril.
La historia culinaria tiene varias historias de cómo surgió la fanesca: unos dicen que fue un cocinero francés quien llegó con la colonización e implementó el plato para la Semana Santa; otro relato recoge que fue en un monasterio quiteño donde lo crearon; mientras que los más nacionalistas sostienen que el guiso tiene sus orígenes mucho antes que descubrieran el “Nuevo Mundo”.
Lo cierto es que esta potente sopa de granos tiernos y pescado seco es venerada también dentro de las creencias ancestrales andinas cuando celebran el Mushuk Nina o día del Fuego Nuevo. El acto de cocinar y consumir el plato, simboliza el inicio de un nuevo ciclo de vida del nuevo año con motivo del Equinoccio.
Pero por otra parte, desde el catolicismo, los devotos dicen que el pescado representa a Jesús de Nazareth y los 12 granos a los discípulos. ¿12 granos? Claro que sí.
Te cuento los ingredientes que lleva para que veas por qué mi “abue” dice que es lo que el cuerpo necesita. Lleva dos especies de maíz (choclo y mote), otras variedades de fréjol tierno y seco. ¡Importantísimo, no se me puede olvidar: las habas!
Ah, y ¡por supuesto!, arveja, lentejas, maní y chochos. El ingrediente estrella es el pescado, pero no cualquier tipo de pescado; los cocineros más apasionados usan esencialmente el bacalao. Por eso la fanesca es rica en proteína vegetal y fibra dietética; recomendada para la diabetes, la obesidad y la hipertensión. También lleva leche, zapallo y zambo.
La Fanesca, esa mescla del simbolismo cristiano y ancestral que se acompaña de huevo cocido, aguacate, plátano maduro y empanada de viento, no se disfruta en su totalidad si no comemos además dulce de higos con queso y arroz con leche. Como diría un amigo mío sobre esos días tradicionales: “uno engorda porque sí”.
PD: En parte de la costa ecuatoriana durante Semana Santa se cocina el viche que es la sopa tradicional para esta zona. Y aunque es mucho más joven, el viche también lleva granos tiernos, y plátano verde, maní, camarones, una rica salsa de ají y mucho limón.