¿Qué pasará cuando termine la Ley de Memoria Democrática?

La Ley de Memoria Democrática está vigente y gracias a la disposición adicional octava de su contenido legislativo, miles de descendientes pueden obtener la ciudadanía española. Desde que se aprobara en octubre del pasado año, no han sido pocos los intentos por derogar esta ley que tiene múltiples significados para los hijos, nietos y bisnietos de aquellos hombres y mujeres nacidos en España, quienes marcharon a la emigración por diversas causas y circunstancias.

La oportunidad es AHORA

La tramitación para obtener la nacionalidad española se realiza en los consulados de España en todo el mundo. Las sedes consulares que han recibido mayor volumen de solicitudes son las de Argentina y Cuba, aunque también destaca la gran demanda de tramitaciones en Venezuela y México.

«Un mar de preocupaciones, inseguridades y temores» así podría calificarse el proceso de obtención de la ciudadanía a través de la Ley de Memoria Democrática, dado que se trata de un trámite que exige la conformación de un expediente con certificaciones originales para probar la filiación con los nacidos en España y también con los que ya han sido nacionalizados por leyes anteriores como la 36/02 (vigente) y la 52/07 (expirada). A los sinsabores de la presentación de un expediente de filiación, se une en el caso de algunos consulados, el difícil acceso a los sistemas de cita previa, mucho más si dicho acceso está condicionado por la obtención de credenciales.

La peor incertidumbre

Si difícil es lograr la conformación de un expediente con certificaciones diversas que demuestren la filiación de generaciones familiares, pues más compleja se torna la tramitación por ser la LMD una ley temporal. Hay pánico en la comunidad de descendientes ya que esta legislación se ha visto seriamente amenazada. Recordemos que en la etapa electoral, el Partido Popular y Vox prometían a la colectividad de electores que si lograban hacer gobierno la derogarían de inmediato.

Los vientos desfavorables para la Ley se disiparon con la formación de gobierno. Gracias a la coalición del PSOE con otras formaciones y los controvertidos pactos, se hizo realidad la envestidura de Pedro Sánchez y así quedaron sin efecto las promesas de derogación. Sin embargo, la mayor incertidumbre está ahora en la temporalidad de una Ley que tiene vigencia hasta octubre de 2024, fecha en la cual debería ser prorrogada por el Consejo de Ministros.

La demora para obtener las certificaciones que demuestren filiación, los alargados plazos en los procesos de legalización de cada documento y las dificultades para acceder a credenciales y citas en las sedes consulares, son algunas de las trabas más alarmantes.

En Cuba, por ejemplo, obtener una certificación en uno de los registros civiles es una verdadera proeza, y luego, el proceso de legalización en las instancias correspondientes tiene una demora de hasta seis meses o incluso más tiempo. Por otro lado, el Consulado de España en La Habana tiene múltiples complicaciones con el sistema para entregar credenciales. La sensación de miles de descendientes es que todos estos factores negativos pueden hacer que se les acabe el tiempo para alcanzar la anhelada ciudadanía española, la cual ciertamente merecen por derecho de descendencia.

Entonces… ¿Qué pasará cuando termine la Ley de Memoria Democrática?

Todo el colectivo de descendientes está atento y deseoso de que se prorrogue sin problemas la legislación y que llegue su tramitación hasta octubre de 2025. Aunque parece bastante seguro que se alargará el tiempo, hay quienes no pueden evitar los temores, dado los cambios repentinos en las políticas y las legislaciones. Muchos ya miran más allá, formulándose la pregunta: ¿qué vendrá después de fenecer la Ley de Memoria Democrática?

Se sabe que hay grupos de descendientes, así como colectivos de abogados extranjeristas que proponen una modificación en el código civil español, para que el acceso de los descendientes a la nacionalidad española sea estatuto perenne y deje de tramitarse por medio de disposiciones adicionales en leyes temporales. No pocos descendientes miran con fe esta posibilidad en un futuro bastante cercano, tomando en cuenta las propuestas hechas por grupos políticos como el Partido Popular.

Otros expertos en políticas y legislaciones aseguran que no ven posibilidad para que a corto, mediano o largo plazo se apruebe otra ley como la de Memoria Historia (52/07) o como la de Memoria Democrática (20/22) para que, los que no lo logren esta vez, puedan llegar a la meta de la nacionalidad en una ley futura. Tal vez la frase «a la tercera va la vencida» se haga realidad y sí sea modificado el Código Civil, abriéndole la puerta sin límite de tiempo a todos los legítimos descendientes de aquellos que un día, se fueron muy lejos por los caminos del mar.